La dietoterapia como tratamiento fundamental del SOP
Las mujeres con Síndrome del Ovario Poliquístico (SOP) tienen características únicas debido a la interrelación de las hormonas reproductivas y metabólicas. Existe una gran prevalencia de resistencia a la insulina en mujeres afectadas por el SOP, esto conlleva un mayor riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares además de contribuir a la infertilidad.
Las modificaciones dietéticas y en estilo de vida constituyen el tratamiento principal en mujeres con esta patología que reduce el número de complicaciones médicas futuras.
La base
En contra de la creencia de la población general los hidratos de carbono no han de ser la base de nuestra dieta, y menos aún en mujeres con Síndrome de Ovario Poliquístico. Una dieta apropiada ha de basarse en el consumo de verduras y centrarse en alimentos que nos aporten nutrientes de calidad.
Verduras
Debido a su alto contenido en fibra, vitaminas y nutrientes produce beneficios en los niveles de presión arterial, colesterol, insulina y además ayuda a prevenir el cáncer. Podemos clasificarlas en ricas en almidón o pobres en almidón.
Aquellas ricas en almidón tienen un contenido de hidratos de carbono mayor y contribuyen a elevar la insulina. Tenemos como ejemplos el maíz, los guisantes y las patatas.
Las verduras no almidonadas contienen una mayor cantidad de fibra y son bajas en calorías además de aportar una mayor saciedad. Además, no elevan demasiado los niveles de insulina. Nos encontramos con el brócoli, las espinacas, los calabacines, las judías verdes o los pimientos.
Hidratos de carbono
La reducción de los hidratos de carbono es significativa en este Síndrome ya que éste se relaciona con resistencia a la insulina en muchas ocasiones. Esto no implica que se evite su consumo pero si que estemos atentos al tipo de hidrato de carbono y la cantidad que consumimos. Es fundamental saber distinguir de todos los tipos de hidrato de carbono, cuáles deben de estar presentes en nuestra dieta y cuales no.
Hidratos de carbono refinados
Son parecidos a los anteriores, pero requieren un proceso mayor de digestión. No contienen fibra ni el perfil nutricional de un grano integral, por lo que ofrecen poco valor nutritivo. Igualmente elevan los niveles de insulina empeorando la resistencia a la misma. Como ejemplo de estos alimentos encontramos: arroz blanco, harina refinada, pan blanco y cereales de desayuno. Se recomienda su completa eliminación en la dieta.
Hidratos de carbono simples
Los hidratos de carbono simples son partículas muy pequeñas que no requieren muchos procesos para ser digeridas, por lo que pasan rápidamente al torrente sanguíneo, causando un pico glucémico, aumentando la insulina en sangre, y contribuyendo a empeorar el SOP con una ganancia de peso. Los podemos encontrar en caramelos, pastelería, bebidas azucaradas (refrescos, té helado, zumos), miel y azúcar. Se recomienda la completa eliminación de este tipo de alimentos en la dieta.
Fuentes de hidrato de carbono simples saludables
Frutas
Contienen hidratos de carbono simples, además de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra que previenen el cáncer, reducen la presión arterial, los niveles de insulina y el colesterol. Aquellas que se comen con piel (manzana, fresa, arándano) tienen un índice glucémico menor que las que se comen sin piel (piña, sandía). Se debe evitar los zumos de frutas que elevan los niveles de insulina. También se recomienda no consumir un exceso de fruta y tomarla entre comidas acompañada de nueces para controlar la subida del índice glucémico.
Hidratos de carbono complejos (no refinados)
Pueden mejorar la resistencia a la insulina enlenteciendo la liberación de glucosa y previniendo picos de insulina. Además los productos encontrados en los granos integrales, como el cromo, el magnesio y el selenio regulan los niveles de insulina. Esto, unido a una dieta rica en fibra, fitoquímicos y antioxidantes presentes en granos integrales reducen la presión arterial y el riesgo cardiovascular y de diabetes. Además, ayudan a controlar el peso puesto que son muy sacientes. Encontramos ejemplos en trigo integral, maíz, avena, espelta, mijo, arroz marrón, kamut y quinoa.
Proteínas
Proceden mayormente de fuentes animales e incluyen carnes, aves, cerdo, pescados, marisco, huevos y lácteos. Las fuentes vegetales de proteínas incluyen legumbres y frutos secos. No elevan los niveles de insulina, producen saciedad, y estabilizan los niveles de azúcar en sangre.
Legumbres
Lentejas, judías y garbanzos, tienen un índice glucémico bajo, son buena fuente de proteínas, ricas en fibra, folatos, hierro y vitaminas y minerales que mejoran los niveles de insulina.
Leche
Supone una fuente rica en calcio y proteína. Además, se le considera un hidrato de carbono por su alto contenido en lactosa. La leche, en especial la desnatada puede contribuir a aumentar los niveles de andrógenos e insulina. Se recomienda la toma de dos raciones o menos al día y a ser posible sin lactosa. También se puede optar por leches vegetales como la de avena o almendras.
Grasas
No producen un gran nivel de saciedad. Retarda la liberación de glucosa resultando un índice glucémico más bajo y mejorando el control de la insulina. Las grasas omega 3 son esenciales. Mejoran el estado de ánimo, los niveles de colesterol, los niveles de insulina, la inflamación y mejoran el pelo y la piel. Entre las fuentes de omega 3 encontramos: pescado, nueces y yemas de huevo. Además se debe optar por grasas saludables como el aceite de oliva, las nueces, las semillas y los aguacates puesto que benefician en los niveles de colesterol y la sensibilidad a la insulina.
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